Agustín Gravano y Luciana Ferrer, investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) son parte del Laboratorio de Inteligencia Artificial Aplicada del Instituto de Ciencias de la Computación (ICC, CONICET-UBA). Allí trabajan en la línea de investigación del procesamiento del habla, específicamente en sistemas de diálogo hablado y en la detección de metainformación.
El tipo de herramientas que utilizan incluye aprendizaje automático que es una disciplina dentro de la inteligencia artificial relativamente moderna, tiene entre 30 y 40 años. El aprendizaje automático lo que busca es, dada una determinada cantidad de datos, aprender automáticamente. “En el caso del habla analizamos grabaciones para aprender qué sonidos corresponden a determinados fonemas del lenguaje, luego aprende las palabras, luego las oraciones, y así el aprendizaje automático es la piedra angular que permite desarrollar las diversas tareas de procesamiento del habla”, sostiene Gravano.
Por su parte, Luciana Ferrer dentro del Grupo de Procesamiento de Habla realiza tareas de detección de metainformación basado en la señal de habla. “No de bajo nivel como qué fue dicho sino de alto nivel como cuál es la emoción del hablante, qué idioma está siendo hablado o la identidad de las personas entre un grupo de personas que uno puede conocer previamente. Es decir, metainformación del contenido de la señal”, explica Ferrer.